Hace un año publicábamos en este blog un artículo titulado "¡Al cole!"
que, por cierto, les invitamos a releer porque no por ser algo"del año
pasado" ya no tenga vigencia -la sigue teniendo-.
En aquel artículo hablábamos de todas esas
cosas que se ponen en marcha en menos de un mes y suponen una auténtica
revolución, mil cambios:
1. Presentación del nuevo
curso: sus reuniones, informaciones mil, mil y un
papeles que leer, uniforme que revisar o comprar, libros,...
2. Actividades
extraescolares (suelen empezar todas en octubre) tanto
para los niños y niñas como para nosotros los adultos; en ese capítulo
apuntábamos una serie de criterios que nos conviene tener en cuenta para
aprovecharlas adecuadamente y también para favorecer el ejercicio de la libre
iniciativa, creatividad y responsabilidad de nuestros hijos, etc...
3. Formación en la fe: ya a mediados de
septiembre las parroquias abren su curso de Catequesis infantil, de jóvenes y
de adultos; es el momento de plantearnos de manera responsable esta opción y
organizarnos adecuadamente para que puedan ser compatibles todas estas
actividades y contribuyan eficientemente al desarrollo armónico de la
personalidad de nuestros hijos.
Hablábamos también de la motivación y cómo despertarla y desarrollarla en nuestros hijos. Elemento éste
sustancial, fundamental; el colegio no va a funcionar sólo porque el curso
empiece, el colegio funcionará muy bien para nuestros hijos si sabemos
motivarles, animarles a afrontarlo con espíritu creativo, adoptando ellos
mismos la iniciativa:
1. No es lo mismo ir al
colegio "a ver qué nos echan hoy" que ir al colegio para "aprovechar para resolver unas dudas que tengo, encontrarme con mi grupo de trabajo y tratar de dar
respuesta a esos retos que el profesor nos planteó, ese trabajo de
investigación que no viene contestado en el libro de texto",...
2. No es lo mismo ir al
colegio "a pasar el rato hasta que vengan a buscarnos" que ir al colegio "para aprovechar el tiempo que pasamos allí para aprender a aprender, a desarrollar nuestra
creatividad, a compartir nuestras aptitudes, a mejorar nuestras habilidades en
la convivencia,... a disfrutar creciendo en todos los sentidos".
¿Animamos a nuestros hijos a adoptar esas actitudes que suponen más
compromiso, más corresponsabilidad por su parte, más iniciativa y menos
pasividad o estatismo?. Los niños no son
armarios que tengamos que llenar de cosas, los niños tienen un gran potencial
ya, sólo es necesario que les estimulemos, que les ayudemos a ilusionarse por
la gran oportunidad que tienen delante y en sus manos.
Aprendizaje
colaborativo.
Las tan traídas y llevadas "Competencias Básicas" de las que se
viene hablando y practicando en la escuela desde hace ya unos años transmiten
la idea de que "todo lo que hagamos en el aula no sólo debe partir de lo
que conocemos en la vida real sino que también debe estar orientado a la
vida real" (siempre ha sido así, dicho sea de paso, no se ha inventado
nada, pero sí es cierto que ahora mismo hay especial énfasis en ello); lo que aprendemos en la escuela debe capacitarnos para desenvolvernos en la
vida cotidiana de manera eficiente, eficaz y efectiva.
La escuela, por contra de lo que dicen algunos, NO es una simple antesala
preparatoria para el medio laboral; la escuela NO es un instrumento del
sistema productivista, cosificador de la persona en aras a un rendimiento
económico... aunque algunos lo pretendan así; la escuela ES un espacio de
enseñanza-aprendizaje no sólo de saberes y conocimientos sino también de
habilidades, destrezas, formas de aprender y de expresar; la escuela ES espacio
para adquirir habilidades para la relación con el otro, ejercitar nuestra
sociabilidad, los valores de la convivencia; la escuela ES también una
oportunidad para cultivar nuestros valores espirituales, nuestro mundo
interior, nuestras inquietudes sobre cuestiones de sentido y de trascendencia.
En ese marco entra el "aprendizaje colaborativo".
Para poderlo desarrollar nos basamos en lo que ya estamos viendo en la vida
real; nos basta con fijarnos en "cómo se organizan los equipos de trabajo
humanos para sacar adelante con eficiencia un proyecto: analizan su realidad,
se proponen objetivos, buscan los medios para poder conseguir esos objetivos y
los emplean de manera adecuada a sus fines, organizan la forma de trabajar
entre ellos, se reparten responsabilidades, comparten ideas, experiencias,...
evalúan juntos los resultados y se proponen nuevas metas a continuación, nuevo
proceso de constante crecimiento".
De esto vamos a hablar aquí hoy. Echémosle un vistazo al siguiente artículo
y tratemos de obtener sus ideas principales: ¿Qué es el aprendizaje
colaborativo?.
Según esta lectura:
- ¿Qué diferencias hay entre lo que el texto nos
plantea y lo que nosotros recordamos de nuestra etapa escolar?.
- ¿Qué ventajas e inconvenientes descubrimos entre este modo de
organizar la enseñanza y el que hemos conocido nosotros?.
- ¿Qué método de organización en el aula se tiende a utilizar
cada vez más?, ¿por qué?.
- ¿Qué pretende este método de
enseñanza-aprendizaje?, ¿para qué?.
- ¿De qué maneras podemos los
padres y madres hacer equipo con los equipos docentes en este cometido?.
- ¿Cómo podríamos en casa, en el
resto de horas que nuestros hijos pasan fuera de la escuela, fomentar los valores que el aprendizaje colaborativo
trata de vivir y desarrollar?.
Lo
académico es tarea de todos.
La escuela, el instituto,... no son guarderías grandes de niños y jóvenes;
nunca lo han sido -aunque a veces lo parecen para algunos-; no son espacios
para dejar aparcados a nuestros hijos unas horas al día de lunes a viernes.
La escuela, el instituto,... con todos sus recursos humanos y materiales
están al servicio de la sociedad, de las familias,... están para colaborar con
nosotros los padres y madres en la educación integral de nuestros hijos. (Dijimos "colaborar"... no "sustituirnos").
- ¿Qué hacer para trabajar familia y escuela más unidos, mejor coordinados, con mejor
entendimiento?.
- ¿Cómo organizarnos en casa de manera que también nosotros,
padre y madre y resto de la familia, estemos bien coordinados, vayamos
todos a una en la educación de nuestros hijos?.
- ¿Cómo llegar a criterios comunes de actuación entre la escuela y la familia
en relación con nuestros hijos?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
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