Algunos
se lo esperaban ya: han visto cómo el hijo iba trabajando y… sí, se veía venir que
no iba a aprobar todo; otros se sorprenden (quizás el chico camufló muy bien
sus malos resultados y además en casa aparentaba mucho esfuerzo);… pero a todos
nos disgustan cosas así, nos asusta, sentimos cierta decepción,… quisiéramos
otra cosa mucho mejor.
Nuestras
formas de reaccionar son también muy diversas: desde optar por montar la guerra de San Quintín, perdiendo los papeles
y hasta la dignidad de padres educadores… hasta el otro extremo de resignarnos
y hacer como si no pasara nada ignorando también al hijo y sus circunstancias
(en medio todas las demás opciones).
Y ¿qué podemos
hacer?.
Cada cual en sus respectivas circunstancias y necesidades verá qué puede hacer y cómo pero algunas de las primeras cosas, como padres educadores, que hemos de plantearnos son:
- ¿Cuáles han podido ser las causas de estos suspensos?.
- ¿En qué errores pudo haber incurrido nuestro hijo?.
- ¿Cómo fue el seguimiento que hicimos durante el segundo trimestre para que los resultados se expresen como decepcionantes o muy mejorables?.
- ¿Qué podemos aprender, unos y otros, de los errores cometidos?.
- ¿Qué conclusiones prácticas sacamos: qué hemos de hacer para que esto en modo alguno se repita en el tercer y último trimestre y pueda haber posibilidad de que se pueda salvar el curso?.
Con los hijos. Hagamos diálogo con ellos de las cuestiones anteriores (exponemos un diálogo, cuestiones, que pueden orientarnos):
- ¿Te parece un resultado justo: adecuado al esfuerzo que has invertido?.
- ¿Qué errores crees que pueden haber sido causa de estos frutos?.
- ¿Con qué dificultades externas a ti te has encontrado y que no valoraste lo suficiente antes de comenzar este segundo trimestre?.
- ¿Qué alternativas se te ocurren, para cada uno de los errores cometidos y también frente a las dificultades externas que has detectado, y así al menos no incurrir en lo que ha resultado ser negativo?.
- ¿Qué otras cosas puedes hacer para ser más eficaz en tu trabajo?. ¿Cómo llevarlas a cabo?.
- ¿En qué y cómo podemos ayudarte nosotros, tus padres?.
- ...
No sería ese diálogo muy efectivo si se queda ahí y no establecemos padres e hijos maneras de evaluar o revisar el proceso al menos una vez a la semana, de manera que podamos saber con claridad:
- Si estamos cumpliendo con nuestros respectivos compromisos o no.
- Si estamos utilizando los instrumentos adecuados: tiempo efectivo de trabajo, condiciones ambientales que faciliten ese trabajo, herramientas de trabajo adecuadas, técnicas de estudio eficaces, motivación y esfuerzo.
- Si se puede decir que nuestro hijo o hija aprovecha bien el tiempo de clase (para ello se hará necesario que mantengamos un contacto regular con su profesorado, el cual debe estar al corriente de las conclusiones a las que llegamos con nuestros hijos).
- Si resuelve sus dudas o no y si necesita o no ayuda adicional (sesiones de apoyo o refuerzo escolar adicionales).
- ...
Es decir, se trata que "todo aquello que hablamos y nos propusimos se vaya cumpliendo,que nos comprometamos a llevar a la práctica lo que en teoría teníamos muy claro". Y cuando observemos que "nos desviamos de aquello que nos propusimos analicemos sus causas y nos propongamos acciones que nos permitan recuperar la línea a seguir".
¿Qué requiere este proceso?.
- MOTIVACIÓN, especialmente por parte de nuestros hijos. Esta motivación nace de la pregunta: ¿Qué quiero conseguir y qué medios voy a emplear para lograrlo?.
- ESFUERZO: No basta con tener claro en teoría "lo que queremos" sino saber mantener el esfuerzo, ser constantes en el empeño y aumentarlo en todo caso cuando se observen resultados no deseados.
- ADECUADO USO DE LOS MEDIOS con que contamos y crear condiciones ambientales que permitan un buen desarrollo del trabajo a realizar.
- BUENA COMUNICACIÓN PADRES-HIJOS, ya que es en ese constante diálogo y buena relación en la que se basa todo proyecto que quiera estar bien sustentado.
- EQUILIBRIO RAZONABLE entre actividades: trabajo académico, juego y descanso, alimentación adecuada y convivencia familiar.
Y si aún así los resultados no fueran perfectos o no fueran satisfactorios... valoremos siempre y en todo caso el "proceso" seguido, el esfuerzo, las actitudes positivas de nuestros hijos; la constancia en ello y la adecuación de los medios a sus necesidades acabarán por darles el triunfo en todo aquello que se propongan más tarde o más temprano.
Por lo tanto, mantengamos siempre la calma y valoremos por encima de todo su empeño.
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
- ¿Estamos en el caso que aquí se expresa, que nuestros hijos están suspendiendo algunas asignaturas?. ¿Cuáles son las causas de esos resultados?, ¿cómo podrían mejorarse?.
- ¿Hacemos tema de conversación amplia, seria y serena sobre esto con nuestros hijos?. ¿Les animamos o conducimos a que sean ellos mismos que establezcan los cambios necesarios para que puedan darse resultados diferentes..., o todo lo decidimos por ellos?.
- ¿Qué seguimiento realizamos de ordinario sobre su trabajo académico?, ¿cómo lo llevamos a cabo?. ¿De qué nos interesamos más: de sus resultados o de su esfuerzo de cada día?.
- ¿Cuándo ser más "directivos" con nuestros hijos y cuándo ser más "democráticos"?, ¿cuándo dar mayor margen de libertad y cuándo restringir margen?. ¿Cómo lo hacemos en nuestra familia?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
- Mi hijo ha tenido muchos suspensos.
- La hora de los suspensos.
- Cómo plantar cara a los suspensos.
- Padres de adolescentes...
- El fracaso escolar.
- Técnicas de estudio.
- 27 temas para adquirir buenas técnicas de estudio.
- Técnicas para mejorar en el estudio.
- Apoyo en los estudios.
- Consejos a los padres y premisas educativas.
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