'Infancia, la edad sagrada' es el título del último libro de la brasileña Evânia Reichert,
terapeuta, escritora y maestra.
En este libro aborda la necesidad de cambiar la forma de educar a los niños y cómo los primeros años de vida son determinantes a la hora de formar el carácter de la persona.
El suicidio del hijo de una amiga con sólo diez años dejó en shock a Evânia Reichert. De ese momento surgió «Infancia, la edad sagrada».
Marta
Torres Molina entrevista a Evânia Reichert.
Aún no.
Wilhelm Reich estableció la relación entre infancia y salud hace alrededor de
un siglo, trabajamos aún amparados en sus ideas. La prevención es algo nuevo.
¿Afecta
cómo tratamos a un niño al adulto que será?.
Mucho.
La primerísima infancia, hasta los tres años, es determinante, es el fondo de
reserva para la vida. Se constituye la base, la matriz de la depresión,
bipolaridad, psicóticos... La infancia es sagrada, pero los tres primeros años,
aún más, debemos cuidar el desarrollo cerebral y toda la parte psicoafectiva. Y
hasta los once años es importante para constituir un adulto sano, humanizado,
respetuoso, equilibrado...
¿Los
padres van muy perdidos?. Hay teorías de todo tipo.
Mucho.
El mundo va muy perdido. Hay adicciones, violencia... Los padres están
preocupados. Hay infinidad de publicaciones con todo tipo de consejos: cómo
comer, cómo beber, cómo dormir... No doy recetas, con mi libro y mi discurso
doy recursos e información para que la gente reflexione y comprenda lo que se
forma en cada etapa y aquello a lo que deben prestar una atención especial.
¿Se
presta atención a tonterías?.
Por
ejemplo, hasta los nueve meses, el bebé necesita explorar la boca con sus
manos. Después no lo hace más, pero los adultos creen que el niño que lo hace
se quedará siempre con esa costumbre e intentan evitarlo. Igual que la idea de
que no hay que coger al bebé en brazos para que no se acostumbre. Las personas
miran al niño como un todo y es importante entender cada periodo y actuar como
crea mejor, con toda la información pero sin seguir recetas.
¿Intuición?.
Sí, es
muy importante.
¿Con
tanta información hemos perdido la intuición en la crianza?.
Tenemos
una sabiduría innata, pero está contaminada por conceptos antiguos sobre la
educación. Mira la sociedad. La depresión se implanta de forma atroz en el
mundo y el origen está en el inicio de la vida. La investigación en
neurociencia, la OMS y la Unesco dicen que es necesario cambiar la forma de
educar. No hay que seguir de forma ciega lo que diga una persona, un libro, una
autoridad, tu madre, la abuela...
¿Por
ayudar se equivocan?.
Las
abuelas son maravillosas. Tienen intuición. Antes se estaba más con los niños.
Es todo muy delicado. Necesitamos hablar de los permisos de maternidad. Son
insuficientes. En los países con más calidad de vida como Finlandia, Suecia o
Noruega son de entre uno y dos años.
En la
crianza, ¿nos olvidamos de lo que es ser niño?.
Los
adultos tienden a educar sin entender ni respetar la delicadeza del niño. Dicen
´son cosas de niños´, ´tonterías´. Imagina que dijéramos ´son cosas de mujeres´
o ´de hombres de 40 años en crisis´. Hace falta respetar los sentimientos y
emociones del niño y el adolescente para comprender lo que está ocurriendo. A
veces no entendemos que un niño no nos haga caso y es que aún no tiene
desarrollado del córtex para registrar todos los comandos que le damos. Le
acusamos de desobedecer, pero no puede interiorizar tantos límites.
¿Qué
hacemos con los límites?. Hemos pasado de autoritarismo a libertad total.
Creo en
la autorregulación tanto para educar a un niño como para nuestra forma de
reaccionar. Es necesario educar al educador. La autorregulación es un
equilibrio entre la contención sana y la permisión sana. En el pasado teníamos
un exceso de límites que no resultó bien y ahora tenemos una falta de ellos. El
límite, ni punitivo ni contaminado por la emoción del adulto, es muy importante
para el niño, es una orientación. Es un margen, una frontera. Un límite de
autoridad, no de autoritarismo. Es necesario recuperar la autoridad del padre,
la madre, el maestro y garantizar que el niño pueda desarrollar las virtudes
que se constituyen en cada edad. Es difícil seguir recetas porque debes saber
cuándo poner un límite.
¿El
límite debe ser un bosque en el que el niño entra cuando está preparado?.
Sí, y
entra con el padre o la madre cogido de la mano, orientándolo, observando. Pero
para esto es necesario comprender qué necesita el niño en cada momento,
contención o desarrollo.
No
todos los niños son iguales.
No.
Cuando presenté el libro en Barcelona, un periodista me preguntó qué había que
hacer con un niño de dos años le respondí: ¿Qué se hace con un hombre de 40?. Cada persona es una historia. Lo que necesita un niño depende de muchas cosas.
¿Maestros
y familia deben ir de la mano?.
Sí. La
elección de la escuela o la guardería es determinante. La infancia es un tema
político, está muy relacionado con las políticas sociales y educativas que
adopta un gobierno. Finlandia, por ejemplo, adoptó la pedagogía Waldorf, en
toda la red pública hay una unidad pedagógica y de línea de trabajo. El
maestro es una gran autoridad y los padres no son clientes, que es lo que
ocurre en muchas escuelas ahora: los padres tienen tal poder de decisión que se
pierde la pedagogía. La unidad entre padres y maestros es muy importante. La
elección de guardería es delicada porque muchas son guardabebés.
¿Por
qué es tan importante?.
Por
ejemplo, un bebé está archivando todos los músculos esenciales para su
desarrollo psicomotor. Si la guardería no permite que se mueva se transforman
en hipotónico, no tendrá la fuerza natural que necesitará después. ¿Dónde están
esas guarderías bien estructuradas?. Hay pocas y los padres necesitan trabajar.
¿Cómo lo hacemos?. Hace falta un debate profundo de política social.
¿Ser
padre es fácil?.
Creo
que no. Tenemos que conocernos a nosotros mismos. Lo más importante para educar
a un niño con presencia, y conciencia es comprender cómo se constituye la
crianza y conocerse para no reaccionar tan automáticamente, con sus propias
heridas de infancia. También es lo más difícil.
(Fuente: http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2017/05/03/primera-infancia-tres-anos-base/927691.html)
PARA AMPLIAR:
- El nacimiento.
- Primeros dos años: cambios físicos.
- Primeros dos años: cambios cognitivos.
- Primeros dos años: desarrollo psicosocial.
- De los 0-6 años.
- Claves educativas.
- 10 claves para educar a tu hijo.
- Estrategias de disciplina por edad.
- Qué aprenden en la guarde y cómo enseñárselo en casa.
- La edad de oro para educar es entre los 0-3 años.
PARA LA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO EN FAMILIA:
- ¿Qué pensamos acerca de las respuestas que Evânia Reichert va dando a las preguntas que le hacen?. ¿En qué coincidimos más?, ¿en qué menos?. ¿Qué otras preguntas le haríamos nosotros?.
- ¿Nos han servido los "enlaces para ampliar" para lograr una idea de conjunto de lo que es "educar en los primeros años de vida de nuestros hijos"?. ¿Qué otros apuntaríamos para completar?.
- ¿Qué necesitamos los padres y madres para poder garantizar o al menos favorecer al máximo el poder educar a nuestros hijos según las orientaciones que Evânia Reichert ofrece?.
- Teniendo en cuenta que "siempre estamos a tiempo de cambiar, de reorientar nuestra tarea de padres educadores" ¿qué podemos hacer desde ya para educar a nuestros hijos conforme nos gustaría a partir de ahora?.
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