viernes, 4 de marzo de 2022

Ayunar de toda violencia, llenar la vida de paz

Estamos viendo ya las consecuencias de esta guerra Ucrania-Rusia de la que ya poco importa saber sus causas pues cada cual, según quién paga o domina los medios, dice unas cosas u otras. Lo que es evidente son sus consecuencias. Por otra parte... no es ésta la única guerra hoy cubriendo de sangre y destrucción los suelos de nuestra Casa Común (ahí está la del Yemén -por poner un simple ejemplo- de la que casi nadie habla y que lleva ya 6 años desangrando al país).

A quienes nos duelen estas heridas no nos sirve buscar culpables, juzgar y condenar sino tender las manos y clamar unidos por la paz.