El sexo
está en todas partes y suscita la curiosidad de los niños: se trata sólo de
decidir quién se lo cuenta... y qué y cómo. Y deberían ser sus padres.
Enrique
Chuvieco / ReL9 septiembre 2017
Todas
las preguntas que pueden plantear los niños de corta edad sobre el sexo, y
respuestas sencillas, concretas y prácticas, con la verdad por delante,
adaptadas en su expresión a la mentalidad del pequeño: eso es lo que ofrece
Pedro Pérez Cárdenas en La educación sexual de los hijos (Digital Reasons).
El
objetivo es claro: ayudar a los padres para que sean ellos quienes eduquen a
sus hijos en este tema, en vez de dejar esa formación en manos menos
responsables... y que les aman menos.
Pedro
Pérez Cárdenas, doctor en Psicopedagogía y Licenciado en Ciencias Químicas por
la Universidad de Valladolid, ha dedicado veinte años a la enseñanza de
adolescentes y jóvenes y desde hace quince preside el Comité Independiente
Antisida.
-¿Por
qué estima que es tan importante educar en la sexualidad a los hijos?.
- Así
como es importante la educación vial de los hijos para que sepan conducirse por
las calles y carreteras, o el educarles en la conservación del medio ambiente,
tanto o más importante se hace educarlos en su afectividad, en sus
sentimientos, en su atracción sexual. No queremos que vivan en la selva y con
la ley de la selva, dejándose simplemente llevar por unos instintos.
-Usted
insiste en llamar a las cosas por su nombre: pene, vagina, masturbación...
¿Considera que no hacerlo así favorece la desinformación de los chicos y
chicas?.
- Abordar
un tema, una explicación, debe comenzar, se ha dicho siempre, por llamar a las
cosas por su nombre. Usar palabras sinónimas también es correcto, para
ajustarse a la edad de los hijos, o para no caer en la incomprensión o en la
zafiedad.
-Las
explicaciones han de ser acordes con la edad del receptor...
- Si
algún contenido educativo debe acoplarse a la edad y desarrollo psicológico del
receptor, éste es el de la educación sexual. Son muchos componentes los que se
deben integrar armónicamente.
-En sus
reflexiones no desliga los aspectos biológicos de los afectivos y amorosos.
¿Cree necesario que vayan juntos?.
- Necesario
que vayan juntos es poco decir, es algo imperativo. La falta de un aspecto, y
en la proporción adecuada, hace que el producto sea imperfecto y, a veces,
incluso perjudicial, indigesto.
-En
este sentido, critica la información sexual que se recibe en la escuela pública
porque aborda mayormente la parte biológica.
- No
debemos generalizar a una escuela u otra, privada o pública: allí donde se vea
una carencia, hay que hacerlo notar. Una educación sexual reducida a lo
biológico, que por indiferencia, olvido, cobardía u otras razones olvidara, por
ejemplo, los sentimientos y afectos de las personas, sería tan peligrosa como
enseñar en las escuelas todo tipo de armas de fuego y su empleo.
-Muchos
padres rehúyen esta obligación de informar y formar a los hijos en la
sexualidad. ¿Qué les diría al respecto?.
- Que si
no toman ellos las riendas, otros lo harán por ellos manipulando a sus hijos.
Son frecuentes los lamentos de padres que no hablaron a tiempo.
-¿Considera
que hay una hipersexualización en la sociedad?.
- Es una
realidad evidente, se fije uno en las modas, en canciones, en películas, en
propagandas, en diversiones, etc. Todo está bañado de componentes y reclamos
sexuales de los que no están exentos los menores.
-¿Qué
consecuencias ha observado de ello en sus asesorías psicopedagógicas?.
- Algo
parecido a lo que nos sucede a los adultos cuando vamos conduciendo un coche
por la noche y otro auto nos deslumbra. Los menores tienen unos reclamos
deslumbrantes por todos los lados y ello los desvía y accidenta con mucha
frecuencia.
-Las
redes sociales e internet han abierto otra brecha para los acosos y la
pornografía. ¿Cómo pueden los padres no sólo minimizar sus riesgos, sino
conseguir que sus hijos tengan recursos personales para rechazarlos?.
- Hay
muchos consejos que se podrían dar. Me quedo ahora con uno muy simple, como es
que los hijos tengan acceso a internet en lugar público de la casa; eso, unido
a que no usen a cualquier edad un móvil de última generación, les haría mucho
bien. El que los propios hijos tengan recursos personales para rechazar los
peligros queda ya al resultado de una lenta tarea global en la educación de
madurez y responsabilidad.
-¿Qué
destaca o considera novedoso de su libro?.
- Yo
nunca me había encontrado con un libro tan accesible, práctico y fácil de leer
sobre la materia. Los grandes tratados que se quedan entre especialistas no
llegan, por ejemplo, al padre o madre que se ven en un aprieto ante una
preguntita de su hijo o hija.
PARA AMPLIAR:
PARA AMPLIAR:
- Claves esenciales para una auténtica Educación Afectivo-Sexual.
- Introducción al curso "Educación afectivo-sexual".
- Guión del curso "Educación afectivo-sexual".
- Educación Afectivo-Sexual.
PARA LA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO EN FAMILIA:
- ¿Qué pensamos acerca de esas campañas que desde las propias instituciones públicas y con el concurso de entidades privadas subvencionadas por el ente público recorren las aulas donde están nuestros hijos inculcando sus ideas o juicios en relación con lo afectivo-sexual?.
- ¿En qué aspectos nos parece positivo esa participación y en qué otros observamos que lo vemos negativo?, ¿por qué?.
- ¿Qué podríamos hacer los padres y madres para que se tengan mucho más en cuenta nuestros criterios a la hora de diseñar y desarrollar esos ciclos formativos sobre lo afectivo-sexual?.
- ¿Qué conclusiones prácticas obtenemos de la lectura de esta entrada y de los enlaces para ampliar?.
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