"Reconocer
cuáles son nuestras heridas emocionales y sanarlas, así como alimentar nuestro
amor y con eso hacer más sólido nuestro vínculo es básico para prevenir que el
cáncer de la infidelidad en nuestra pareja. Nutrir nuestro vínculo es básico
para prevenir poner nuestros ojos, nuestro corazón -y luego algo más- en un
tercero", explica Luz Ivonne Ream, en Aleteia.
Tus
tesoros son tu cónyuge y tu matrimonio. ¡Caramba!. Si sabes que ese ser tiene
todo en él para ayudarte a ser una persona en plenitud, cualquier persona
sensata lo cuida y lo cuida… Conviene cuidar, proteger, resguardar nuestra
relación cual ciudad amurallada. Esta debe ser tan sólida que ni siquiera la
vaga sombra de un tercero le haga vacilar. Recuerda que para que entre un
tercero debe de haber suficiente espacio entre dos.
Seamos
claros, “hormona mata neurona”. Ya sabemos que el hombre es fuego y la mujer
estopa, y llega el diablo y sopla. Nada de que a mí nunca me va a pasar. Causas
de infidelidad hay muchas y pretextos hay aún más. Más vale conocer y prevenir
que lamentarse después. Nuestro matrimonio es un “ser vivo” al que hay que
cuidar y alimentar en todas sus dimensiones -cuerpo, mente y espíritu-. Por lo
mismo es necesario saber cuáles son las necesidades emocionales del otro y
cuáles son las mías, hacérnoslas saber, y aún más importante, satisfacérnoslas
de la manera idónea.
Heridas
emocionales.
Es muy
importante reconocer cuál es nuestra historia emocional y qué heridas siguen
tan latentes que están desembocando en que nuestro comportamiento sea de una
persona infiel. Qué carencias y vacíos traemos arrastrando que pretendemos
saciarlas y llenarlas con un tercero. Para prevenir la infidelidad por esta
causa hay que conocer y sanar esas heridas, de preferencia de la mano de un
profesional con ética.
Al no
saber cuáles son esas necesidades éstas no se satisfacen y dejan abierta la
brecha para vivir emocionalmente mermados. Para prevenir la infidelidad por
esta causa hay que conocer y satisfacer cuáles son nuestras mutuas necesidades
básicas y hacer todo por satisfacérnoslas mediante continuos actos de servicio.
Uso de
anticonceptivos.
Hay que
ser conscientes que el uso de anticonceptivos puede llevar a la banalización
del sexo, concebido éste como “diversión y placer sin consecuencias”. De esta
manera, el grado de deslealtad se incrementa ya que muchos pueden llegar a
pensar que no pasa nada. Para prevenir la infidelidad por esta causa las
parejas necesitamos formarnos en este tema, comprometernos con la vida y
reconocer que parte de la unión conyugal es también practicar la abstinencia en
periodos de fertilidad. Durante esa época no nos comunicamos nuestro amor con
el cuerpo por medio del acto íntimo, pero sí con palabras, con caricias, con...; el lenguaje del amor es mucho más amplio y va mucho más allá de lo que es la relación genital.
En este
error están cayendo muchos matrimonios, en “sentir” que ya no estamos
enamorados. Al contrario, yo les felicitaría porque uno no se casa enamorado,
sino amando. Para prevenir la infidelidad por esta causa hay que tener claro lo
que es amar. El famoso sentir que ya no hay amor es el gran engaño que está
acabando con las parejas porque el amor no tiene nada que ver con sensaciones,
sino con un acto de la voluntad. Es decir, yo te sigo amando, lo sienta o no.
Cuidado
con la soledad acompañada.
Es
tantísimo el activismo que cada uno de manera independiente estamos viviendo
que hemos perdido de vista que cuando nos casamos nuestra prioridad debe ser
nuestro cónyuge. Nos estamos llenando de todo, menos del amor que realmente nos
hace sentir completos, que alimenta nuestro vínculo. La consecuencia es que cada
día haya más parejas viviendo una soledad acompañada. Para prevenir la
infidelidad por esta causa hay que darnos nuestros tiempos y espacios, tener
citas de amor, hacernos presentes lo más posible. Hacernos sentir que no hay
nada ni nadie más importante para nosotros que estar en su compañía.
Comunicación
deficiente.
El no
saber transmitir nuestro pensamiento de la manera correcta desembocará en
pleitos, riñas y acaloradas discusiones que, generalmente, se nos salen de
control. La comunicación es un arte el cual hay que aprender para que sea
eficiente. La comunicación es una calle de 2 vías. Para prevenir la infidelidad
por esta causa hay que estar abiertos y receptivos a todo mensaje que nuestro
cónyuge nos desea transmitir y validar cualquier emoción. También hay que
aprender a leer entre líneas los mensajes tácitos que se nos mandan por medio
del lenguaje corporal.
Cuando
nuestro cónyuge se siente un cero a la izquierda -no atendido- por nosotros, lo
siento, pero no va a funcionar. Lo peligroso es que querrá buscar todo eso que
siente que le falta en otros caminos, en un tercero. Para prevenir la
infidelidad por esta causa es importante hacerle sentir importante por medio de
detalles diarios, de llamadas y mensajes sorpresa. Que sepa que a todo momento
está en nuestra mente y corazón y que de verdad valoramos y admiramos todo lo
que es y hace por nosotros.
Crisis
en la persona.
El
creer que porque ya estamos casados es un sello de que jamás seremos tentados o
de que no tendremos crisis alguna es un grave error. La idea es que en nuestro
matrimonio seamos capaces de desnudar nuestra alma, sin miedo a ser enjuiciados
o rechazados. Para prevenir la infidelidad por esta causa hay que estar
abiertos a escuchar todo de nuestro cónyuge, incluso si nos quiere decir que
alguien más le está moviendo el tapete porque así esa crisis se puede trabajar
en pareja, desde el amor.
Monotonía
o pérdida del amor romántico.
Las
parejas necesitamos tener claro que los matrimonios pasamos por edades, por
etapas y que eso es muy normal. El pretender sentir mariposas en el estómago de
manera indefinida… Es más, no podríamos vivir por siempre en la euforia que el
enamoramiento trae consigo. Para prevenir la infidelidad por esta causa
aprendamos a disfrutar hasta de los detalles más pequeños. Pongámosle chispa y
picante a la relación. Salgamos de picnic, tengamos una cita, echarnos una
conversación a solas… tanto que hacer… Lo único prohibido es pretender vivir un
amor romántico como la televisión y los medios de comunicación nos lo
presentan. No queramos compararnos con ellos ni vivir lo que ellos viven. ¡Eso
es fantasía!.
Vida
sexual deficiente.
La
sexualidad es alimento del espíritu de los esposos y una necesidad emocional de
ambos. Cuidemos nuestra entrega. No hay mejor afrodisíaco que el amor y el
órgano sexual más grande que existe es el cerebro. Así que echemos mano de
ellos para ser creativos, originales, para sorprender al otro de la forma más
agradable posible.
No
hagamos el tonto, pensemos con la cabeza y no arriesguemos lo más valioso por
lo menos. Ser fiel es un acto de la voluntad, una decisión, un estilo de vida,
un acto de la persona que reconoce su dignidad y valor.
PARA AMPLIAR:
- Queda con tu mujer.
- ¿Qué tienen en común las parejas duraderas?.
- Factores para espabilar.
- Obstáculos para la vida matrimonial.
- 8 valiosos consejos para fortalecer el matrimonio.
- Ser pareja cada día.
- 11 motivos que nos llevan a la infidelidad.
- 5 causas que provocan la infidelidad en mujeres.
- 10 razones de la infidelidad en los hombres.
- Qué pasa tras una infidelidad.
- 10 ideas para evitar la infidelidad en la pareja.
PARA LA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO EN FAMILIA:
- ¿Qué destacaríamos de este artículo?. ¿Qué conclusiones obtenemos de él?.
- ¿Alguna vez hemos sentido el deseo de ser infieles a nuestra pareja?, ¿cuáles han sido las causas o razones que nos han llevado a esa tentación?.
- ¿Cómo prevenir la infidelidad, desde nuestro punto de vista?.
- Si acaso ya fuimos infieles -de una u otra manera- ¿cómo logramos salir de esa infidelidad y recobrar la entrega plena a nuestra pareja?.
- ¿Qué propondríamos nosotros a aquellas parejas en las cuales la infidelidad sea una sospecha cuando no una realidad?. ¿Cómo superar esa situación?.
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