(Fuente de referencia: http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/educacion-infantil/primeros-dias-de-colegio-14181)
Empezar
el colegio es para nuestros hijos uno de los acontecimientos más importantes de
su existencia. Comienza para ellos una etapa en la que todo será nuevo:
el centro escolar, los amigos, sus profesores, las rutinas diarias… Esta
novedad puede generar en los niños miedo a lo desconocido, un sentimiento que
también experimentamos los adultos cuando tenemos que abandonar nuestra ‘zona
de confort’, aunque sea para mejorar.
Todo
cambia para ellos, y es por eso que lo primero que tendremos que procurar es
transmitirles la idea de que los cambios son algo constante a lo largo de la
vida y que no tienen por qué ser malos. ¿Y cómo les explicamos eso de forma que
nos entiendan?. Es muy sencillo, sólo tenemos que hacerles ver que a su
alrededor, todos los días, se producen cambios que ellos ni tan siquiera
perciben como tales.
Por ejemplo, el paso de las estaciones, o la evolución que ellos mismos han experimentado en sus poquitos años de vida, como que cada día son un poco más altos y más fuertes, su pelo crece, ya no usan pañal, o que pasaron de la cuna a la cama.
Por ejemplo, el paso de las estaciones, o la evolución que ellos mismos han experimentado en sus poquitos años de vida, como que cada día son un poco más altos y más fuertes, su pelo crece, ya no usan pañal, o que pasaron de la cuna a la cama.
El
momento de la separación los primeros días de colegio es también difícil de
afrontar para padres e hijos. “Sin lugar a dudas, una de las situaciones más
comunes que nos encontramos en los niños que pasan de la guardería al colegio
es el malestar y desasosiego que sienten al separarse de sus progenitores,
principalmente de la madre, que es a la que más se suele nombrar. La actitud de
los padres aquí es determinante para ayudar a que sus hijos lleven lo mejor
posible este cambio porque, recordemos, los cambios siempre nos cuestan, tanto
a niños como a padres. Es muy bueno hablar con nuestros hijos en casa, con
tiempo, de la nueva experiencia que está por suceder, intentar normalizar dicha
situación planteándola como algo necesario y enriquecedor para ellos, y
hacerles ver el nuevo mundo que empieza y que están a punto de descubrir”,
aconseja Laura Marín, maestra de Educación Primaria.
Es muy
importante que vean a sus futuros nuevos amigos y a sus nuevos profesores como
parte de una nueva etapa de su desarrollo, y para conseguirlo háblales siempre
en positivo sobre lo bien que lo pasarán jugando con otros niños, y sobre todas
las cosas nuevas que aprenderán.
Por
último, si hay algo que les gusta a los pequeños es sentir que no lo son, es
decir, que transmitirles la idea de que ahora son un poquito más mayores y
tienen responsabilidades propias les dará más seguridad y confianza en sí
mismos.
Primeros
días de colegio.
Con el
comienzo del colegio llegan nuevas rutinas y horarios para los peques. Comedor,
actividades extraescolares, ir al cole en guagua (si es que en algunos casos eso es necesario) y así un largo etcétera.
Al
igual que en el caso de los adultos, la mejor manera de ayudarles a adaptarse a
los cambios es hacerlo poco a poco, de ahí la importancia que tiene el período de adaptación, en el que si bien el horario suele ser difícil de compaginar con
la jornada laboral de los padres, es la forma más adecuada de que nuestros
hijos vayan familiarizándose con todas las novedades que les esperan.
“En el
periodo de adaptación distribuimos a los niños en grupos más reducidos, en
comparación con el grupo o clase de referencia, y realizamos sesiones en clase
de menor duración. Esta estrategia nos permite ayudar a nuestros alumnos a adaptarse
a su nueva situación ya que, poco a poco, se acostumbran a un nuevo lugar con
nuevas personas”. Así describe Laura Marín, maestra de Educación Primaria, la
importancia de esta primera toma de contacto con el colegio.
Además
del horario de adaptación, una opción muy aconsejable es aprovechar las
jornadas de puertas abiertas que muchos centros organizan antes de que
comiencen las clases para visitar el colegio con los peques. Conocer de
antemano el lugar en el que pasarán los próximos meses y familiarizarse con él
hará que el primer día sea mucho menos traumático que si llegan de nuevas a un
lugar desconocido.
Los
primeros días la despedida será difícil, tanto para los peques como para los
papás y mamás. Aunque sabemos de sobra que resulta complicado, intentad que sea
lo más breve y tranquila posible. Transmitidles mucho cariño y, sobre todo,
dadles la seguridad de que se trata de una separación temporal, que tan sólo
durará unas horas.
Los
profesores, grandes aliados.
Siempre
es bueno que mantengas una relación fluida con los profesionales responsables
de la educación de tus hijos, pero lo es mucho más en momentos como éste.
Saber
cuál es su comportamiento en clase, conocer las tareas que tiene que realizar y
cómo las hace, o cómo se relaciona con sus compañeros, te servirá para tomar
medidas en el caso de que su adaptación al colegio no esté transcurriendo con
normalidad.
En este
sentido, los profesores, además de informarte, son sin lugar a dudas quienes
mejor pueden asesorarte y darte las pautas adecuadas para que esa situación
mejore y no resulte traumática para tus hijos.
“Resulta
indispensable confiar en aquellas personas que formamos parte de esta nueva
experiencia y seguir las indicaciones y consejos, ya que somos nosotros los
que, por nuestro trabajo, conocemos y entendemos mejor este proceso”, concluye
Laura Marín.
El
colegio no comienza en el momento en el que dejamos a nuestros hijos en la
puerta del centro sino que, desde casa y a través de nuestras rutinas diarias,
podemos preparar a los más pequeños para que este proceso de cambio sea lo más
fácil y agradable posible para ellos.
Además
de los consejos de los profesores, también podemos introducir pequeñas
modificaciones en nuestras tareas y rutinas cotidianas para contribuir a que
nuestros hijos vayan asimilando la idea de dicho cambio poco a poco.
Algunas
de las recomendaciones que puedes poner en práctica para conseguirlo son:
- Haz que se sientan parte del cambio a través de algo tan sencillo como implicarlos en los preparativos de su nueva etapa escolar. Cuando empezaron la guardería eran demasiado pequeños para esto, pero ahora que tienen 3-4 añitos, les encantará elegir su mochila, acompañaros en la compra de los que serán sus libros y su material escolar, así como su uniforme o sus zapatos del cole. Con esto no decimos que les compres todo lo que quieran o que ellos lo elijan todo, sino que les des la opción de opinar en los aspectos más triviales y que, por supuesto, no conlleven un gran desembolso económico.
- Unos días antes de que vuestro peque empiece el cole, si tus quehaceres diarios te lo permiten, adelanta un poquito –unos 45 minutos, más o menos– la hora del baño y la de irse a dormir. La idea es, por un lado, dedicarle al baño y a la cena un poco más de tiempo, ir sin prisas y, por supuesto, que los pequeños se vayan a la cama más temprano para que duerman un poco más, y cuando empiecen el cole no noten tanto los madrugones.
- Procura que las actividades que realicen justo antes de irse a la cama sean lo más tranquilas posible. Es decir, evita la televisión, los juegos demasiado dinámicos, los dispositivos electrónicos, o cualquier otra actividad que los sobreestimule; en lugar de eso opta, por ejemplo, por leer cuentos en familia o por charlar sobre cómo será su primer día de colegio.
- También es muy positivo que ayuden a preparar su ropa para ir al cole y su mochila; de hecho, ésta puede ser otra de las actividades previas al momento de irse a la cama. Con ello adquieren una responsabilidad, consigues que se sientan parte del proceso y, a la vez, ganas un poco de tiempo por las mañanas, evitando así tener que organizar la ropa y la mochila a la carrera. En este sentido, aunque al principio sea complicado, evitad todas esas prisas matutinas para que el momento de ir al cole no se convierta en una actividad estresante.
¿Y si
no se adapta bien?.
No es
el caso más frecuente pero en alguna ocasión sucede que los niños siguen
llorando después de los primeros días de colegio, o puede ser que no se
integren con el resto de sus compañeros. Como padres, podemos saber lo que pasa
en la puerta del colegio en el momento de la despedida, pero no lo que ocurre
dentro del aula. Es ahí donde incidimos de nuevo en la importancia de mantener
una comunicación fluida con los profesores de nuestros hijos y de seguir sus
recomendaciones.
En este
sentido, Laura Marín asegura que lo habitual es que la mayoría de los alumnos
lleguen a Educación Infantil con la experiencia previa de su paso por la
guardería. “Ya saben que en el colegio conocerán a otros niños, que seguirán
unas rutinas, y que tendrán que separarse de sus padres. El paso de la
guardería al colegio supone un cambio de lugar y de las personas con las que se
relacionan e interactúan pero, como profesores, nuestra función es normalizar
este cambio todo lo posible.”
Y
añade, “es cierto que pueden darse casos en los que, a lo mejor, algún alumno
tarda más en adaptarse, llora habitualmente, o no se integra del todo con el
resto de niños, pero se trata de excepciones poco comunes y, además, es algo
que se pasa con el tiempo. Poco a poco, llamarán su atención los distintos
espacios de la clase, las diferentes actividades y los juegos en grupo, y el
niño dejará atrás esa situación de malestar.”
Laura
Marín insiste en que siempre, pero aún más en ese tipo de casos, es fundamental
que exista una colaboración por parte de los padres y de los familiares que
habitualmente están con el niño como, por ejemplo, los abuelos. “Si a pesar de
todo esto el niño no se adaptase, es necesario que los padres y el tutor del
niño se reúnan para analizar a fondo la situación y determinar cuáles pueden
ser las razones por las que el pequeño se siente tan mal. Por ejemplo, algo que
suele mejorar bastante la situación es el hecho de reforzar de forma positiva
el esfuerzo diario del niño.”
Si no
se obtuviesen los resultados esperados, el siguiente paso sería hablar con el
Equipo de Orientación del colegio. “Ellos serán quienes determinen las
necesidades específicas de apoyo para el alumno, como son las necesidades
educativas especiales, dificultades específicas de aprendizaje, o altas
capacidades, entre otras. Este equipo, junto con la familia y el profesorado,
serán los que propongan las soluciones.”
Como
última opción se valoraría el cambio de centro educativo si es que se diera el
caso de que las características del centro, por la razón que sea, no se adaptan
a las necesidades educativas del niño. De ahí la importancia de estar seguros
del colegio que elegimos para nuestros hijos.
“Para
evitar situaciones como ésta es bueno que los niños, desde que son pequeños, se
relacionen con otros niños, por ejemplo en los parques, o que visiten lugares
distintos a su casa. La actitud que transmiten los padres ante este tipo de
cambios, sin duda favorecerá también la adaptación de los pequeños. En
definitiva, se trata de una serie de pautas bastante sencillas que, en su
conjunto, ayudan a que los alumnos se adapten al colegio con normalidad”,
concluye.
PARA AMPLIAR:
- Período de adaptación.
- Claves para el período de adaptación.
- Claves para sacar provecho del período de adaptación.
- 10 claves para el período de adaptación.
PARA LA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO EN FAMILIA:
- ¿Qué pensamos de las opiniones y orientaciones que la profesora Laura Marín aporta a lo largo de este artículo?.
- ¿Qué resaltaríamos del conjunto de todo el artículo como elementos esenciales para ayudar a nuestros hijos a adaptarse lo mejor posible al medio escolar?.
- ¿Qué actitudes necesitamos desarrollar padres/madres para que el período de adaptación de nuestros hijos traiga buenos frutos?.
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