martes, 16 de octubre de 2018

Educar en la solidaridad

Cómo enseñar y aplicar en la educación de los niños el valor de la solidaridad.
Autora: Estefanía Esteban
Periodista

¿Qué es la solidaridad?. ¿Cuándo se dice que una persona es solidaria?. ¿Cómo se puede educar a los niños para que sean solidarios?.

La solidaridad es un valor que se puede definir como la toma de conciencia de las necesidades de los demás y el deseo de contribuir y de colaborar para su satisfacción. Se trata de un valor que hay que fomentar tanto en la familia como en la escuela, así como en otros ámbitos.

10 consejos para enseñar la solidaridad a los niños.

Los niños no nacen solidarios, aunque sí demuestran una gran empatía; la solidaridad se enseña a los niños a través de muchas formas y en distintas situaciones de la cotidianidad. Anotamos a continuación algunos consejos para enseñar a los niños a que sean solidarios:

1- La solidaridad debe ser enseñada y transmitida a los niños sobre todo a través del ejemplo. Los padres deben ejercitar la solidaridad entre ellos, con sus hijos, vecinos, amigos y otros familiares. Es el ejercicio que más fomenta la interiorización de los valores en los niños. Si no diéramos ejemplo de poco o de nada servirían nuestras palabras.

2- Es necesario que los padres enseñen a los niños a ponerse en el lugar del otro y eso puede empezar por ellos mismos. A partir de los 2 años de edad, los niños ya empiezan a tener más conciencia del otro, de conductas como el compartir, asistir, colaborar, ayudar, etc. Ese es un buen momento para empezar.

3- Ser solidario debe ser una regla como las demás normas de educación. Y cuando observemos sus reticencias a serlo pongámosle en situación de que sea él quien necesite esa solidaridad: "¿Te gustaría que fueran solidarios contigo cuando...?. Si es así... piensa que ahora es el momento en que él/ella lo necesita; haz como te gustaría que hicieran contigo".

4- Es muy importante la comunicación entre padres e hijos. La comunicación fomenta la confianza de los niños a las enseñanzas y a la transmisión de valores de sus padres. Máxime si esta comunicación es serena, amorosa,... sabe escuchar, acoger, se expresa con asertividad, confianza,...

5- Hablen a sus hijos de lo que está bien y mal, como también de lo que al otro le gustaría o disgustaría y qué podrían hacer ellos para colaborar, para ayudar o cooperar. Para ello se pueden poner como ejemplos todas las posibles tareas del hogar en las que se puede colaborar y lo que sentimos cuando percibimos esa colaboración.

6- Una educación permisiva o autoritaria no es un canal ideal para la transmisión de valores. Para promover valores pro-sociales como la solidaridad, es necesario que el niño reciba una educación más democrática, en un entorno afectivo y comunicativo positivos, que el niño tenga libertad para expresarse.

7- Comentar con los hijos algunas situaciones o acontecimientos que refuerzan la labor solidaria de alguna persona y lo que ella ha conseguido. Así, estarán promoviendo este valor tan importante. Puede servir para ello la información sobre la labor que realizan entidades y personas que dejan todo para ayudar desinteresadamente,...

8- En la escuela desde la asignatura de Religión y Valores se trabaja la empatía en los niños, es decir, el despertar de la preocupación por los demás. También desde las tutorías. Se invita a que compartan material escolar a los que se haya olvidado, que se preocupen por algún compañero que esté enfermo, acojan a todos en los juegos, etc…

9- La solidaridad es altruismo que se aprende y se afianza con la práctica y el ejercicio. Cada vez que observemos gestos en que se observa este valor es bueno que lo resaltemos, valoremos, ensalcemos y lo comentemos con naturalidad (sin llegar a hacer un espectáculo de ello).

10- Se fomenta la solidaridad combatiendo gestos, actitudes y conductas egoístas, cómodas, intolerantes... en los niños. Evitando calificativos que afecten a la persona o la cataloguen (una persona no es "egoísta" porque en una acción mostró egoísmo); hablemos de "acciones o actitudes" y hagamos diferencia, abramos distancia entre esas "acciones o actitudes" y "nosotros": "Esta acción no te hace bien, no nos hace bien a nadie, echémosla fuera y elijamos aquéllas que sí nos hagan bien. ¿Cuáles podrían ser?".

PARA AMPLIAR:
PARA LA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO EN FAMILIA:
  • Si tuviéramos que construir un DECÁLOGO de las ideas que mejor nos pueden ayudar a educar a nuestros hijos en la solidaridad, a partir de todo lo expuesto (artículo+enlaces para ampliar) ¿cuál sería?.
  • ¿Qué otras ideas podríamos añadir a todo esto y que a nosotros nos han ido muy bien en la educación de nuestros hijos?, ¿cuáles han sido o están siendo las claves para ese resultado?.
  • ¿Cómo andamos de solidaridad los adultos en nuestro hogar?, ¿cómo la evidenciamos?. ¿En qué podríamos o tendríamos que mejorar?, ¿cómo conseguirlo?.
  • ¿Son nuestros hijos solidarios entre sí?. ¿Con qué dificultades nos encontramos y cuáles pueden ser las causas de esas dificultades?. ¿Cómo podríamos ayudarles a superar esas dificultades?.

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