“La infancia tiene sus propias maneras de
ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las
nuestras”. (Jean-Jacques Rousseau)
Estamos
tan obsesionados por crear la burbuja del bienestar adulto que se nos ha
olvidado la importancia de sembrar la autoestima en nuestros niños.
Es muy
importante que nuestros pequeños crezcan en un mundo de adultos equilibrados,
pues será lo mejor que les podamos transmitir. Sin embargo, si nos paramos a
pensar sobre esto, no nos costará mucho darnos cuenta de que hacemos que
nuestras carencias sean visibles.
Así es
que los niños, como los animales, perciben nuestros miedos e inseguridades y
las hacen suyas con gran facilidad. Ante este panorama, lo cierto es que
debemos de esforzarnos porque esto ocurra en menor medida. Pero, ¿cómo podemos
hacerlo?:
En
primer lugar teniendo en cuenta que somos su mejor ejemplo a seguir, por lo que
debemos fomentar nuestro autocuidado. En segundo lugar con nuestra forma de
actuar y de tratarles, así como en los valores que les inculcamos, es decir, en
cómo los educamos.
No
queremos niños que tengan que ser perfectos porque no queremos cultivar la
soberbia; queremos niños que se quieran y confíen en sí mismos y en su
potencial. A continuación presentamos 12 claves que no fallarán:
1- Es
importantísimo tenerlos en cuenta y dedicarles nuestro tiempo de manera
exclusiva.
Debemos
considerar lo que el niño nos solicita y nos reclama. Además, si estamos
paseando con ellos no deberíamos de ir mirando nuestro teléfono móvil, pues el
niño nos dedicará miradas y momentos que nos perderemos.
2- Corrige
sus errores pero desde el cariño.
Sin
gritos y con paciencia, el niño es una esponja que absorberá lo bueno y lo
malo. Hazle entender que aprendéis juntos y que el intercambio es mutuo.
3- Fomenta
su autonomía dándoles responsabilidades.
Déjales
tomar pequeñas decisiones en cuanto a sus relaciones o hábitos diarios. Por
ejemplo, pueden cocinar contigo o prepararse ellos su almuerzo, ayudarte a secar
y recoger los platos, poner la mesa, elegir la ropa que se quieren poner…
Ni con
sus hermanos ni con sus amigos. No compares a un niño con nadie, y tampoco lo
hagas con adulto. Nadie es mejor ni peor que nadie, todos somos diferentes.
5- No le
etiquetes como “torpe”, “malo”, “tonto”.
Esto no
ayuda para nada a crecer con un autoestima saludable. Cuando el niño haga algo
mal hay muchas maneras de decírselo: "No está bien que pegues a tus hermanos, no
tienes que romper los juguetes o tenemos que trabajar bien las mates".
6- Tampoco
lo hagas como “listo” “bueno” o “inteligente”.
El niño
no comprenderá en qué se fundamenta que te refieras a él de esa forma. En su
caso, puedes decirle: "Qué bien has hecho las tareas, qué bien has recogido o me
encanta verte pintar". Es decir, juzga sus comportamientos pero no a los niños.
7- Establece
unos límites claros y sé consistente con ellos.
Es
decir, "si no recoges tus juguetes no iremos al parque"; el niño querrá negociar
esto pero no valen medias tintas, si le has puesto una condición razonable
tienes que hacerla valer, pues de lo contrario no se lo tomará en serio.
Firmeza.
8- Valora
el esfuerzo, no los resultados.
No te
centres en si ha sacado un sobresaliente o un aprobado, lo importante es que el
niño haya sido constante y se haya esforzado, refuerza esto. (Con frecuencia aplicamos la misma forma de valorar el trabajo, las actitudes y los hechos de nuestros hijos como se hace en la escuela -y más en nuestros días: hay una obsesión desmesurada por evaluar y calificarlo todo- y eso es un grave error: lo importante no es el resultado final, lo importante es el proceso que seguimos desde el punto de arranque hasta el final; las notas en la escuela sólo recogen la parte final, no valoran el proceso y mucho menos las posibilidades o potencialidades siempre latentes y capaces de dar un vuelco a todo en cualquier instante; los padres y madres hemos de valorar el conjunto y, sobre todo, el proceso porque es ahí donde realmente se juega el desarrollo de nuestro hijo).
Esto
es, dile lo que ha hecho bien y porqué te ha gustado para que el niño sepa lo
que te agrada: "Has recogido muy bien tus coches de juguete y los peluches" es
sustancialmente diferente a "Eres muy ordenado".
Es
importante que comentes con otras personas ante el niño sus logros y su esfuerzo,
pues le hará sentir útil e importante.
10- Valida
sus emociones.
Si el
niño llora es probable que se haya hecho daño, dale la importancia que tiene.
Evita decirle: "¡No pasa nada!". Sí que pasa, algo le hace sentir mal y es
importante que le demos la relevancia pertinente.
11- No
le sobreprotejas, fomentarás la inseguridad y la dependencia.
No
hagas guardia y los vigiles a cada rato, pues generarás niños burbuja. Los
niños no se rompen y necesitan una dinámica que les genere oportunidades para
desarrollarse de forma constante, no para estancarse.
12- Reserva
momentos para cada uno de los niños que tengas alrededor.
Intenta
buscar un espacio individual para cada uno, pues el hecho de ser importantes y
protagonistas durante unos minutos o unas horas es muy reforzante para ellos.
Haciéndolo les muestras que para ti es clave dedicaros el uno al otro de vez en
cuando, importándote cómo se siente y buscando generar novedosos intercambios.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
- 10 maneras de aumentar la autoestima de tu hijo.
- Desarrollar la autoestima de su hijo.
- Consejos para aumentar la autoestima en los niños.
- 12 pasos para mejorar la autoestima de su hijo.
- Autoestima para niños (vídeo).
- Cómo fomentar la autoestima en los niños.
- Fomentar la autoestima en los niños con TDAH.
- Juegos para fomentar la autoestima.
- Fomentar la autoestima en los niños.
- Estímulos para la autoestima infantil.
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
- Si tuviéramos que hacer una recopilación de ideas para fomentar la autoestima de nuestros hijos utilizando todo lo expuesto en la entrada anterior y en los enlaces-web que ofrecemos para ampliar o contrastar ¿qué conjunto obtendríamos? (intentemos hacer esa redacción y observemos coincidencias y también las diferencias).
- ¿Qué otras ideas apuntaríamos nosotros teniendo en cuenta nuestras propias ideas y experiencia?.
- ¿En qué y cómo puede influir la falta de autoestima en nosotros mismos para educar a nuestros hijos en ella?. ¿Qué podemos hacer para subsanar nuestros déficits?.
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