Las
cualidades de las que habla quien los comparte valen por igual para los matrimonios
jóvenes como para los que llevan décadas casados.
¿Por
qué hay matrimonios que permanecen siempre como si fueran recién casados y otros,
sin embargo, se oxidan?. Esta es la pregunta que con frecuencia se ha hecho
George Leo Thomas, durante sus cuarenta años como sacerdote y obispo.
Obispo
de Helena, una pequeña diócesis en el estado de Montana donde los católicos
superan por poco los 50.000, conoce muy bien su comunidad y ha encontrado una
respuesta a esta pregunta.
En este
tiempo, asegura, ha tenido el privilegio de presidir cientos de bodas y de
acompañar a numerosos matrimonios. Y
desde hace mucho tiempo ha tenido la inquietud de saber “qué cualidades están
presentes en estos matrimonios que prosperan tanto ‘en los buenos como en los
malos’”.
“He
observado con actitud orante a las parejas casadas de mi familia, de mis
feligreses y de mi círculo de amigos. He llegado a la conclusión de que los
matrimonios fuertes tienen una serie de cualidades que ayudan a reflejar
nuestra visión sacramental del matrimonio católico”, asegura el obispo.
A
través de su experiencia, este obispo estadounidense presente en el semanario Our Sunday Visitor siete
cualidades que ha extraído de matrimonios mayores y jóvenes que permanecen llenos
de vida y que son signo de “una unión irrompible” y de una “comunidad íntima de
vida y amor”:
En este
primer punto, el obispo George cita el libro de David Mills "The seven laws of
love", que decía que “un matrimonio perfecto es sólo dos personas imperfectas
que se niegan a renunciar el uno al otro”. De este modo, estas personas casadas dirán que el
matrimonio es un trabajo constante, una relación defectuosa, imperfecta e
incompleta pero que “se sienten consolados por saber que el poder del amor
llena las imperfecciones, complementa las deficiencias y saca lo mejor de cada
uno”.
Citando
igualmente a Ann Landers, el obispo escribe que “si tienes amor en tu vida
puedes compensar muchas de las cosas que te hacen falta. Si no lo tienes, no importa
lo que tengas, nunca será suficiente”.
2.
Tiempo y recursos.
Uno de
los riesgos a los que se enfrentan en la vida matrimonial, afirma monseñor
George, es el hábito, la rutina, el ajetreo y la mediocridad. Pero “las parejas
casadas felices saben que el matrimonio necesita renovación, frescura y
rejuvenecimiento todos los días del año, especialmente con la llegada de los
niños”.
“Las
parejas felices nunca dejan de conquistarse. Mantienen la llama de la pasión
con vida en el matrimonio”, afirma. Y para ello propone pasar tiempo juntos y
solos alejado de los niños como algo
necesario. Una cena tranquila en un restaurante, una película, un paseo…En
definitiva, un rato para los dos.
3.
Pequeñas cosas.
Los
pequeños detalles hacen la diferencia y estos matrimonios que se mantienen
siempre jóvenes cuidan estas pequeñas cosas. Una mirada amorosa, un ramo de
flores sin ninguna razón, una nota, una llamada o un simple “te quiero más que
a nadie”, son regalos preciosos que cuestan muy poco.
4.
Perdón.
El
obispo de Helena afirma que “los matrimonios felizmente casados han aprendido
que cuando cometen un error, pueden pedir y recibir el perdón de su cónyuge.
Aprenden el arte de avanzar en lugar de clavar sus ojos en el espejo
retrovisor. Evitan deliberadamente albergar resentimiento y rencor”.

5.
Flexibilidad.
Los
matrimonios fuertes han aprendido a ser flexibles, a no decir siempre o nunca.
Según el obispo, practicar el arte de la negociación ha resuelto situaciones
muy difíciles, mientras que la falta de flexibilidad puede llevar a la rigidez,
al resentimiento y por tanto a situaciones muy amargas.
6.
Comunicación.
Dominar
las habilidades de la comunicación es un esfuerzo para toda la vida. Estos
matrimonios a los que se refiere George Leo Thomas, “comparten sus pensamientos
más íntimos y evitan el veneno del secreto. Han aprendido a luchar justamente
y, cuando surgen desacuerdos, evitan caracterizaciones mezquinas e insultos”.
El
silencio, agrega, no es el arma favorita de estos matrimonios ni se acuestan
sin haber hablado esa situación.
Para
favorecer la comunicación en la familia aboga por apagar los teléfonos durante
la comida o limitar el tiempo de televisión y de las nuevas tecnologías tanto
para los adultos como para los niños.
7.
Espiritualidad.
“Cada
pareja felizmente que conozco ha construido su matrimonio sobre una sólida base
espiritual. Han encontrado a Jesucristo profundamente, a diario y
personalmente, y lo han acogido como el centro de su corazón y de su hogar.
Ellos nutren su matrimonio con los sacramentos y viven su fe con obras de
caridad”, explica el obispo.
Estos
matrimonios están considerando que la fidelidad es “un reflejo vivo del amor de
Dios por nosotros” y son personas para las que la oración y la participación en
la parroquia son una prioridad.
Una
conclusión.
Como
conclusión, monseñor George recuerda que “los matrimonios fuertes han sido
reconocidos durante mucho tiempo como la piedra angular de la sociedad, un
regalo precioso para la Iglesia, una fuente de gracia para los niños y una
profunda bendición para los propios esposos. El matrimonio es tan importante
que el Señor mismo elevó la vida matrimonial a la dignidad de sacramento”.
PARA AMPLIAR:
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- 10 indispensables para la buena relación de pareja.
- ¡Queda con tu mujer!.
- ¿Qué tienen en común las parejas duraderas?.
- 8 valiosos consejos para fortalecer el matrimonio.
- Dinamismo del amor conyugal.
- Cómo vivir un gran amor.
- 5 ingredientes del matrimonio.
- Ser pareja cada día.
PARA LA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO EN FAMILIA:
- ¿Qué pensamos de estas 7 propuestas que monseñor George Leo Thomas nos plantea?.
- ¿Cuál de ellas creemos que es especialmente esencial, por qué y para qué?.
- Si nos hallásemos en dificultades ¿por cuál de ellas empezaríamos a renovar y construir nuestra relación?. ¿Qué otras actitudes necesitaríamos practicar a continuación?.
- Si nuestra relación es hoy como de recién casados ¿qué nos ha servido hasta ahora para poder decir que vivimos esta experiencia?.
- ¿A qué podemos comprometernos el uno con el otro a partir de este instante?.
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