No dar rienda suelta en todo momento pero saber recompensar son dos
factores íntimamente unidos en esta tendencia de los padres sobre sus hijos.
Un bebé es
una criatura que necesita de la protección de su familia, especialmente de sus
padres. Cuando nuestros hijos tienen apenas unos meses de vida necesitan de un
adulto para su cuidado. Al ser tan pequeños los protegemos, tanto que en
ocasiones resulta excesivo. El tiempo pasa y los padres no siempre nos damos
cuenta de que nuestros hijos están creciendo y que por mucho amor que sintamos
por ellos hemos de cederles espacio.