
- Dadle desde la infancia todo lo que quiera: de este modo llegará a mayor convencido de que el mundo entero le debe todo.
- Si dice tonterías, reídselas: así creerá que es gracioso.
- No le deis ninguna formación espiritual: cuando sea mayor de edad, ¡ya escogerá él solo!.
- No le digáis nunca: “Esto está mal”. Podría crearse complejos de culpa y más tarde cuando, por ejemplo, sea arrestado por el robo de un coche, estará convencido de que la sociedad es quien le persigue.
- Recoged todo lo que él tira por los suelos: así se convencerá de que todos los demás están a su servicio.
- Dejadle leer todo: desinfectad su vajilla, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier torpeza.
- Discutid siempre delante de él: cuando vuestra familia esté destrozada, él no se dará por enterado.
- Dejadle todo el dinero que quiera, de modo que no sospeche que para poder disponer de él se deba trabajar.
- Que todos sus deseos estén satisfechos: comer, beber, divertirse, confort…, ¡de otro modo resultará un frustrado!
- Dadle siempre la razón; los profesores, la gente, la ley, siempre desean mal a aquel pobre muchacho…
- Cuando ya sea un desastre, proclamad que nunca habéis podido hacer nada por él.
- Os habéis preparado una vida de dolores y, seguramente, la tendréis.
Definición
de valor:
Un valor es todo lo que vale. Entre
varias alternativas que me ofrecen, escoger la mejor. Cuando opto por ella, me
siento feliz y me cuesta poco trabajo aceptar, encarnar el valor. El valor
implica elección y compromiso. Los valores se viven y ofrecen a los demás, pero
no se imponen. ¿Qué se pretende con un valor?: Promocionar y hacer crecer a la
persona.
Creemos
conveniente que en pareja se mediten estas preguntas:
- ¿Cuáles son nuestros valores?.
- ¿Qué cosas nos quitan el sueño? (¿La educación de los hijos, el dinero,...?. Elaboremos una lista con lo que nos parece que es importante para la familia y reflexionemos y dialoguemos sobre ello).
- Autoestima: Quererse uno mismo, valorarse.
- Afectividad: Estimar y querer a los que nos rodean, hijos, amigos, compañeros.
- Cooperación: Aunar esfuerzos con los demás, con los que nos rodean.
- Diálogo: Ser capaces de hablar, entendernos, escucharnos.
- Esfuerzo: Tener capacidad de ser responsables, hacer lo que tenemos que hacer.
- Humor: Tomarse las cosas como vienen, con alegría y buen talante.
- Lealtad: Tener capacidad para no engañar a los otros.
- Comprensión: Estar atentos a lo que los otros nos quieran decir.
- Escucha: Respetar, sabiendo siempre que los demás tienen mucho que enseñarnos.
- Disponibilidad: Apertura, donación, acogida a los otros, a los que viven con nosotros, hijos, pareja, etc… Dedicar tiempo.
- Tolerancia: Apertura aunque no compartamos su forma de pensar, actuar o sentir sin tolerar lo intolerable.
- ...
Tengamos
en cuenta lo siguiente: La adolescencia es el momento de buscar y verificar
ideales. Por ello se vuelven críticos, analíticos y se dan cuenta de las
injusticias y las desigualdades. Es, por tanto, el momento en que van a
entender las grandes propuestas religiosas, políticas, sociales y culturales.

Decálogo de
actitudes básicas para padres de adolescentes.
- Estar siempre abiertos al diálogo sin perderse en discusiones secundarias (ropa, aspecto, cuarto, afición). En todo caso, dar razón de lo que se les propone.
- Ni autoritarios ni permisivos. Exigentes pero comprensivos.
- Tratarlos por lo que son y por lo que están llamados a ser, no por lo que hacen o tienen.
- Nunca subestimar sus problemas ni decirles que “eso es una tontería”, pues para ellos no lo son.
- Paciencia y sentido del humor.
- Ser ágiles en perdonarles. Ser oportunos al corregirles.
- Saber que lo que necesitan del padre es que sea padre y de la madre, madre. Pero, aunque padres, sabiendo negociar con ellos.
- Ante respuestas agresivas, extrañas o desagradables, no responder con agresividad, o hacerse los agraviados: incrementaríamos su respuesta.
- Mantenerlos cortos de dinero. Nunca premiar con bienes materiales. El premio a su actuación responsable es la misma madurez y el reconocimiento paterno.
- Amor por encima de todo. Necesitan más atención y cariño que un bebé. Por eso habrá que saber esperar siempre, creer siempre en ellos.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
- De las 12 normas "para hacer de un hijo un delincuente"... ¿cuál de ellas, o cuáles, nos suenan cercanas a nuestra experiencia?, ¿podemos hacer algo para salir de esa trayectoria?, ¿cómo?. ¿Qué ayudas necesitaríamos?.
- Del decálogo "para padres adolescentes", si es nuestro caso, ¿qué propuesta de esas diez nos parece más necesaria?, ¿cómo podríamos llevarla a cabo de manera más exitosa que hasta la fecha?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario